Si tomamos una rana y la introducimos
en una olla de agua hirviente, inmediatamente esta saltará huyendo del
peligro. Pero si ponemos la rana en agua a la temperatura ambiente, y no
la asustamos, se queda tranquila. Cuando la temperatura se eleva de 21 a 26 grados, la rana no hace nada, e incluso
parece pasarlo bien. A medida que la temperatura aumenta, la rana está
cada vez más aturdida, y finalmente no está en condiciones de salir de
la olla, hasta que finalmente podría morir hervida sin que llegue a
intentar salir.
(Hay que estar vivo, preparado para los cambios, nada de acomodar el culo... porque te pillan desprevenido y no te da tiempo a reaccionar!!!)
No hay comentarios:
Publicar un comentario